Lunes 11:00 AM: ¿y tú ya estás que te mueres por falta de energía?

¡Seguramente te ha pasado! Incluso, si estás trabajando desde casa, hasta te paras a la cocina para buscar «algo dulce» que te dé energía para que puedas continuar con tu día laboral… ¡Y sí… tienes la «suerte» de encontrar una Coca Cola bien fría, o tal vez un pan dulce o unas galletitas… ya la hiciste. O si estás en la oficina de seguro visitas la maquinita o la cafetería para comprar unas gomitas, o hasta te preparas un café bien cargado con azúcar… (por aquello de no comer de más y de no engordar).

Pues te tengo la mala noticia de que comiendo azúcar no vas a lograr tener más energía. O tal vez por algunas horas… pero en definitiva no la que necesitas para terminar de forma productiva y bien tu día laboral, y lo peor de todo es que cada vez más tu falta de energía se hará más latente, y en el peor de los casos te llevara al Burnout del que hablamos en artículos anteriores. (https://resiliencecoaching.com.mx/burnout-laboral-una-muy-mala-pasada-que-te-puede-ocasionar-tu-cuerpo-si-no-cuidas-tu-salud/)

Qué hacer entonces… Lo primero es reconocer que si tienes esa falta de energía algo no está funcionando bien en tu cuerpo, y por ende tampoco está funcionando bien en tu esquema de vida. Tienes que buscar la causa, y las siguientes opciones son posibilidades que deberías contemplar, te explico cuáles son y por qué:

1. No duermes bien:

Tu cuerpo no sólo descansa y se recupera durante la noche, sino que se regenera y se asimila toda la información que procesaste durante el día. Si no descansas bien, los procesos regenerativos de tu cuerpo no se llevan a cabo adecuadamente, y esto afecta evidentemente en tu rendimiento durante el día, y no sólo eso, sino en tu atención, en tu salud cerebral y de todo tu cuerpo, en tu memoria, creatividad, estrés, paciencia, emocionalidad, en fin… en muchísimos aspectos que repercuten en tu vida personal y laboral… así es que si eres de los que se levantan a las 02:00 para comer algo… sería bueno que comenzaras a pensar en cambiar ese hábito.

2. No te alimentas bien.

Si no tienes una alimentación balanceada que equilibre proteínas, carbohidratos y grasas, entonces tu organismo no puede funcionar bien. Verás… las proteínas son para nutrir a tus músculos… y tu cerebro se lleva el mayor consumo. Los carbohidratos son para darte energía, y las grasas son como el aceite del motor, sin el cual el los engranes no fluyen bien. Hoy en día nuestra alimentación se basa demasiado en carbohidratos, y peor aún… carbohidratos refinados… éstos son las pastas, pan blanco, cereales, pastelitos, donas, dulces, refrescos… ¿te vino el saco? La ingesta excesiva de hidratos de carbono hace que tengamos problemas con la insulina, y mucha inflamación, así que si de paso te sientes con frecuencia inflamado(a), y comes muchos de estos alimentos… pues ese puede ser uno de los problemas.

3. Estás bajo demasiado estrés. Tu cuerpo no distingue si tu estrés se debe a un temblor o a que tu jefe te mandó un correo electrónico con algo urgente. Reacciona igual. Y la reacción que tiene tu cuerpo es maravillosa porque te da la oportunidad de tener mayor claridad mental para resolver problemas, mayor flujo sanguíneo en extremidades si es que tienes que salir corriendo, entre muchas otras ventajas que hacen que funciones muy bien bajo estrés. Pero también se cansa, porque el ritmo en el que hoy nos desempeñamos es de estrés constante ya sea por el trabajo, la familia, el tránsito, la salud, el dinero… en fin. Mil razones. Desafortunadamente, llega un momento en que haz de cuenta que al motor de tu cuerpo se le acaba la gasolina igual como pasa cuando te quedas sin combustible en tu coche. Y en esta etapa lo que sucede es que ya el descanso no te recupera, tienes una serie de padecimientos de muchos tipos, no te puedes concentrar, físicamente no puedes hacer esfuerzos y muchas otras cosas.

Piensa además, que si estás buscando esa promoción en tu trabajo, o hacerte notar por tus ideas originales, o sobresalir de alguna manera, no te ayuda que a las 11:00 de la mañana te estés muriendo de sueño o ya no puedas pensar con claridad porque estás demasiado cansado(a). No es tarde. Busca la causa de tu cansancio crónico y cambia tus hábitos. Piensa que para sobresalir o destacar, no hay como que las personas alrededor de ti vean en ti a alguien con equilibrio y congruencia tanto en su salud física como emocional, misma que proyectarás día a día en tu trabajo.

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¡Hasta la próxima!

Mónica Zúñiga Arroyo

Coach en Salud